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Madó Buades, como les contamos días atrás, ya es tatarabuela, algo a lo que no todos podemos llegar. ¡Enhorabuena! La que probablemente interpretara mejor que nadie las canciones de campo, a sus noventa y tantos, vive prácticamente apartada del mundanal ruido en el pabellón C del Llar dels Ancians, de General Riera, donde está superatentida por el personal del centro. Semanalmente recibe la visita de su familia, hija, nieta, bieznieta y, ahora, tataranieta. A veces van a verla por separado, a veces lo hacen juntos, como el domingo pasado, en que Madó Buades pudo tener entre sus brazos a la más pequeña y... ¡Pues helos ahí tan felices! A su izquierda, Apolonia, su hija; a su derecha, María del Carmen, su biznieta, que lleva en brazos a Miriam, su tataranieta; y su nieta Isabel María. En total, cinco generaciones juntas.
Pedro Prieto