Àngela Àvila, la mujer que llevó a los tribunales a Tabacalera
por considerar que la nicotina le había causado la invalidez que
padece -no tiene piernas y sufre problemas en una de sus manos-,
juicio que perdió, es la número siete en la lista del Partido
Renovador de les Illes Balears al Ajuntament de Calviá. El lunes
está previsto que dé un miting. El segundo de su vida.
Àngela, a quien conozco desde antes del juicio anteriormente
citado, es una sufridora total, pero también mujer dotada de un
aguante extraordinario. ¡Qué remedio! La vida no la está tratando
nada bien.
Con tres hijos, la mayor con deficiencia física, hace dos años
que el marido la abandonó «para juntarse -dice- con una
sudamericana», por lo que tienen que vivir con la pensión de
invalidez -100.000 pesetas de las de antes- con las que ha de hacer
frente a dos hipotecas, «una de 600.000 pesetas que pidió mi ex y
que no pagó, y como le avaló mi hijo, o pagaba el avalador a razón
de 10.000 pesetas al mes, o mi casa salía a subasta, pues el chico
figura como propietario», y con lo que gana cuidando cinco niños,
tarea en la que «me ayuda mi hija Mariangeles, que los cambia,
mientras yo les hago la comida, les preparo los biberones y estoy
con ellos hasta media tarde. Porque si no fuera así, y con una
ayudita que recibo de mi hijo, ya me dirás como podríamos
vivir».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.