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La Escola Catòlica de les Illes Balears (patronal de las escuelas concertadas católicas) organizó ayer en el colegio Madre Alberta una jornada para debatir las posibilidades y dificultades que plantea la aplicación de la Ley de Calidad de la Enseñanza (LOCE). Francesc Riu Rovira, secretario general del Secretariat de l'Escola Cristiana de Catalunya, abrió la jornada con una ponencia titulada «Qué haremos con la Ley de Calidad». La pregunta expresa la postura actual de los centros católicos ante la LOCE: «No se trata de descalificar de manera global una ley tan compleja como la LOCE -afirmó Riu-. Se trata de estudiar los contenidos que afectan a nuestras escuelas, ver qué aspectos son provechosos para nosotros, y realizar un análisis crítico de la Ley».

Uno de los aspectos conflictivos que destacó Francesc Riu se refiere a la capacidad de las distintas autonomías para elaborar el contenido curricular de los estudiantes, ya que la LOCE implanta ahora un nuevo concepto: contenidos comunes. Francesc Riu advierte que este punto de la Ley de Calidad de la Enseñanza «es fundamental ya que aquí cambia el espíritu del currículum. Los contenidos comunes deben reflejarse en sus propios términos. Por tanto, en asignaturas como Historia o Literatura, los temas propios de la diversidad cultural del país quedarán como simples añadidos, no integrados como se venía haciendo».

A todo esto hay que sumar que la LOCE «prima la alta inspección por encima de la inspección ordinaria»; es decir, aquella que ejerce el Estado en materia de educación: «Esto puede derivar en una 'conselleria'de educación paralela», aseguró Riu. Los aspectos destacados por Riu ponen de manifiesto el «carácter centralista de la ley», algo que molesta a quienes «tenemos una cierta sensibilidad autonómica», manifestó.

En cuanto a los aspectos positivos, Riu destacó que «esta ley garantiza como ninguna otra la libre elección de centro escolar de los padres», hecho valorado de manera muy positiva por los centros católicos. Asimismo, hace una buena valoración del trabajo del profesorado y de los directivos: «Ahora habrá que ver si estos buenos principios se traducen en normas», manifestó. En general, dijo Riu, «falta coherencia en el desarrollo de los principios de calidad, en los que aparece un cierto desorden fruto, tal vez, de la falta de diálogo». Es una ley a la que también «le falta pulir ciertos aspectos legales, hecho que refleja la celeridad con la que ha sido hecha», apuntó.