Recorrimos quince o veinte colegios, desde final de la Platja de
Palma a Cas Català, pasando por el Pont d'Inca, en uno de cuyos
colegios, ubicado en un centro escolar, una franja en negro, con
eNo a la guerra en rojo, recorría toda la pared, y en frente,
aunque no tan grande, el de Nunca mais. En dicho centro vimos a un
joven que llegaba a votar y al que acompañaba su hermano, Sergio,
vestido de marinero, pues acababa de hacer la Primera Comunión, y a
un par con pegatinas de No a la guerra haciendo cola para votar en
una mesa cuya presidenta es de color, pero tan española como
cualquiera, pues aunque nacida en Guinea Ecuatorial, reside en
Mallorca desde hace más de 35 años. Por tanto, de casa.
Camisetas
En s'Escorxador no dejaron de entrar votantes desde primeras horas
de la mañana. Nos llamó la atención ver a una pareja con un niño
metidos en camisetas en las que se podía leer, por delante, Ten
memoria, y por detrás los No a la guerra y Nunca mais, y a otros
tres votantes con otras tantas camisetas con eNo a la guerra, con
paloma de la paz incluida.
Hay que reseñar que como a algunos no les había llegado la
información desde la Junta Electoral indicando dónde debían de
votar, tuvieron que preguntar en las mesas. Lo mismo sucedió en el
Coll d'en Rebassa, donde, además, como ampliaron el número de mesas
de la vieja estación en detrimento de las que había otros años en
el colegio público, muchos, pensando que era ahí, fueron a votar y
se encontraron con que debían ir al otro sitio. Por cierto, en el
colegio de la vieja estación no querían dejar votar a una señora
aquejada de alzhéimer. Lo curioso es que en la mesa en que debía
votar estaba su hija. «No la dejan -dijo el marido- porque mi hija
es del PSOE y sabe que su madre va a votar al PP». Al final, tras
una consulta que hizo el interventor del PP, pudo votar. En el
colegio de Santa Catalina se encontraron junto a las papeletas
fotocopias de imágenes durísimas de la guerra de Irak. La
presidenta de mesa las retiró y levantó acta.
En el colegio ubicado en el Servicio Meteorológico, donde nos
encontramos a Marily Coll votando -«he viajado ex profeso desde
Madrid para hacerlo», nos dijo- los interventores del PP y PSOE se
quejaban de que «alguien», en las cabinas, ocultaba las papelelas
de uno y otro, o las tiraba al suelo.
A mediodía, aprovechando el bajón, los miembros de las mesas
(cada uno percibe 52,29 euros, comida incluida, más cinco horas
libres en la jornada de hoy) y los informadores tanto del Govern
como de la Delagación de Gobierno (cada uno cobra 100 euros) se
fueron a almorzar por turnos.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.