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El secretario general del PSM, Mateu Morro, atribuyó ayer a la «política de enfrentamiento» de Antich y Alomar con los sectores empresariales como una de las causas principales para justificar los malos resultados electorales de las fuerzas de izquierdas. «La culpa de los malos resultados del PSM sólo es del PSM, pero la política de enfrentamiento de Antich y Alomar nos ha perjudicado y ha dado unos malos resultados electorales; sólo ha sido bueno para el PSOE», planteó Morro, quien analizó la debacle electoral de su formación política horas después de la reunión de la ejecutiva. El candidato autonómico, Pere Sampol, reconoció que durante la reunión puso su cargo a disposición del PSM, pero que no fue aceptado. «Me siento con fuerza para seguir», anunció Sampol, quien descartó la posibilidad de reeditar en el Consell la fórmula dePacte de Progrés. «No jugamos más al póker», ironizó el aún vicepresidente del Govern.

Para Morro, el fracaso del PSM se ha producido «por no haber sido capaces de trasladar a los electores el mensaje y las explicaciones para conseguir una respuesta positiva». «EPacte en conjunto es una experiencia que ha fracasado electoralmente», asumió Morro. El líder del PSM también alabó la campaña electoral impulsada por Matas y reconoció que los resultados del domingo «han sido una gran lección». «Estamos en una etapa nueva, aunque en determinados aspectos nos resituarán en épocas anteriores», subrayó.

El secretario general del PSM negó que hayan recibido un castigo por haber pactado en algunos ayuntamientos con el PP, mientras Sampol fue claro y rotundo: «Aznar ha tenido razón: esto ha sido un paréntesis». Desde el PSM creen que en el próximo congreso, que se celebrará el año que viene, se producirá una profunda renovación interna, que puede pasar por el relevo de Sampol y Morro en la cúpula. Por otro lado, todo parece indicar que Sebastià Serra renunciará a su escaño como diputado para dar paso a Antoni Alorda.