Jaume Matas, con Maria Antónia Munar, durante la visita que ambos hicieron a Raixa tras su adquisición.

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NEKANE DOMBLÀS/TORRES BLASCO
Unió Mallorquina quiere repetir en la Presidència del Consell de Mallorca con Maria Antònia Munar en caso de que el PP lance una propuesta de pacto a los nacionalistas. Sin embargo, de entrada, la apuesta del partido de Maria Antònia Munar es mucho más ambiciosa. Quieren el gobierno del Consell en solitario. Este órdago de UM resulta bastante difícil de asumir para el PP, que se ha mostrado muy crítico durante estos cuatro años con los partidos del Pacte -PSOE y EU-EV- que apoyaban a Munar sin estar en el gobierno insular. Para respaldar esta ambiciosa petición, UM tiene unas cuantas bazas en su mano. En primer lugar se encuentra la alcaldía de una serie de municipios esenciales que el PP ambiciona desde hace años, como son Calvià, Alcúdia, Pollença o Manacor. Entre todos ellos, el más deseado por el PP es, sin duda, Calvià, municipio que se les resiste desde que en 1983 fue conquistado por los socialistas y que la alcaldesa Margarita Nájera quiere conservar a toda costa.

Si las negociaciones no llegan a buen puerto, Unió Mallorquina está dispuesta a pasar a la oposición en el Consell y dejar al PP con un gobierno en minoría. Esta situación resultaría incómoda para el PP ya que deberá pactar todas y cada una de las propuestas que requieran el visto bueno del pleno. Si se cumple esta hipótesis, el PP debería negociar con Unió Mallorquina temas esenciales como los presupuestos anuales de la institución y, sobre todo, la aprobación del plan territorial en el que, hasta la fecha, las autopistas quedan excluidas.En cualquier caso, lo primero que debe resolver UM es cómo encara la negociación con el PP. Lo más probable es que Maria Antònia Munar reúna a la dirección de su partido para decidir cómo se harán las negociaciones con el PP. UM trabaja sobre dos modelos diferentes: por un lado, agrupar todas las instituciones en las que UM es decisiva -Consell y ayuntamientos de Mallorca- y negociar un acuerdo en bloque con el PP. La segunda opción pasa por dejar libertad a las distintas direcciones municipales para que sean sus dirigentes quienes decidan si gobiernan con el PP o si reeditan el Pacte de Progrés en cada uno de los municipios. UM todavía no ha tomado una decisión y sopesa los pros y los contras de ambas.