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J.M. AGUILÓ/M. AZAGRA
Todos ellos abandonan ahora la política municipal tras haber sido regidores en Cort a lo largo de varias legislaturas o como mínimo durante esta última, presidida por el alcalde ahora en funciones, Joan Fageda. Son 17 concejales (9 del PP, 3 del PSOE, 3 del PSM, 1 de Els Verds y 1 de UM) que ayer, con motivo de su inminente despedida, reunimos en Cort. Todos compañeros, algunos más amigos que otros, compartieron la mañana de ayer con cierta nostalgia y con la satisfacción del deber cumplido. Lys Riera (PP) se encargó desde 1999 de la Regidoria de Comerç i Consum. «Me da pena abandonar Cort. El mejor recuerdo que guardo es el trato con la gente y mi equipo de trabajo. A partir de ahora no tengo ni idea de qué voy a hacer, lo dejo en manos del destino», afirma. María Antonia Carrasco (PP) no pudo acudir debido a un inoportuno esguince. Presidenta del Institut Municipal d'Informàtica (IMI) desde 1999, regresará a trabajar «a una empresa de la Comunitat Autònoma, donde tengo una excedencia», señala.

Los concejales posaron distendidos; entre ellos, Jordi Llabrés (PP), responsable de Educació desde 1995, quien sitúa su momento más feliz «cada año que juré el cargo con Fageda» y el más complicado «cuando guardábamos un minuto de silencio por los atentados de ETA». Regresará a dar clases. Maria Antònia Ferrari (PSOE) se lleva de sus 4 años como concejal «la experiencia, la relación con mi equipo y los concejales de la oposición». El peor momento: «Los días en que la vida de Carme Feliu estuvo pendiente de un hilo». Regresará a su plaza en el IMI.

También regresará a su plaza en el ConselGabriel Barceló (PSM), que ha trabajado en Cort 12 años, 8 de ellos como concejal. «Han sido unos años de oposición constructiva y de trabajo gratificante». ¿Lo más difícil? «Cuando se decidió que no era cabeza de lista», afirma. Jordi López (Els Verds) abandona el Ajuntamet «sin pena» tras 4 años de trabajo. «Lo mejor ha sido el contacto con la gente y haber conseguido proteger los pinos de la Porta Santa Catalina», dice. En breve empezará a buscar empleo.

El teniente de alcalde de Infraestructures en funciones, José María Rodríguez (PP), se encontraba ayer en Italia, pero quiso recordar lo agradables que han sido para él los últimos años que estuvo en Cort. «El contacto con las personas me ha enriquecido mucho», destaca. A partir del próximo mes se incorporará como diputado autonómico. Uno de los más veteranos, Joan Bauçà (PP), ha permanecido 16 años en Cort, los últimos 12 en el equipo de gobierno. En esta última legislatura ha sido el teniente de alcalde de Turisme. «Mi mejor recuerdo es cuando acompañé a la Familia Real y a los emperadores de Japón por Palma hace ya diez años», recuerda con emoción.

El regidor Gaspar Oliver (PP) ha permanecido 12 años en el Consistorio, «los primeros 4 años en Relacions Ciutadanes, lo que me permitió tener un contacto muy estrecho y enriquecedor con las entidades ciudadanas», afirma. Posteriormente, ya como regidor de Esports, su mejor recuerdo es la celebración de la Universiada y el dejar para Palma instalaciones como las piscinas de Son Hugo. Caterina Canyelles (PSM) ha estado tan sólo unos meses como regidora, pues sustituyó a Sebastià Serra (PSM). Para ella lo más emocionante fue poder vivir como regidor la Festa de l'Estendard. Para él, que fue regidor durante casi 12 años, lo más destacado fue conocer por dentro el funcionamiento de la institución y ver que está formada «por personas humanas, con virtudes y defectos, aciertos y equivocaciones», señala, y añade que continuará con sus clases en la UIB.

El teniente de alcalde de Urbanisme, Rafel Vidal (PP), tan sólo ha estado 4 años en Cort. Recuerda con ilusión los proyectos a los que se ha dado un impulso definitivo, como la Façana Marítima o la Falca Verda. «Me sabe mal no seguir por todas las personas que he conocido, muchas de ellas ya para siempre amigas», afirma. A partir de ahora seguirá trabajando como antes, en su despacho de arquitecto. Las obligaciones laborales, como abogado, no permitieron a Ferran Trujillo (UM) poder acudir a hacerse la foto, pero sí quiso recordar su paso por Cort. «Destacaría sobre todo a la gente que he conocido, ha sido una experiencia estupenda», dice.

Carles Bona (PSOE), que trabaja en la Universitat, también reconoce que para él ha sido una experiencia totalmente enriquecedora y destaca que el mundo de la educación y el de la labor política son muy diferentes. María Crespo (PP) rememora los proyectos que ha puesto en marcha como presidenta de EMAYA, las personas que ha conocido y recuerda con emoción la figura del recientemente fallecido obispo de Mallorca. Francesc Mellado (PSOE) señala que gracias a su labor como regidor ha podido conocer mucho mejor Palma, «quien conoce algo de verdad, llega a amarlo», dice, y señala como los momentos más tristes aquéllos en que «ETA nos marcaba nuestra agenda con sus crueles asesinatos», dice.

Por último, Carme Feliu (PP), teniente de alcalde de Cultura en esta última legislatura, y que ahora pasa a ser diputada, y Joan Fageda (PP), que también pasa a ser diputado autonómico, destacan el enriquecimiento que ha supuesto para ellos el contacto con miles de personas. Podríamos concluir diciendo que el enriquecimiento ha sido sin duda recíproco, pues es seguro que todas aquellas personas que tuvieron algún tipo de contacto con alguno de los regidores ayer presentes pudieron constatar siempre su humanidad y buen hacer, con independencia del color político.