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Todas las farmacias de Balears, unas 400, contarán con contenedores especiales para que los clientes puedan depositar en ellos envases vacíos de medicamentos, envases con restos de medicamentos o medicinas caducadas con sus envases. Los medicamentos, en cumplimiento de una resolución de la Organización Mundial para la Salud, no pueden ser reutilizados, ni siquiera por motivos humanitarios. Así, las medicinas recogidas de manera selectiva acabarán en la incineración y sus envases se podrán reciclar.

Balears se incorpora de esta manera a la red implantada por SIGRE (Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases), entidad de ámbito estatal que se ocupa del tratamiento y reutilización de los residuos del sector farmacéutico.

El sistema fue presentado ayer en el Col·legi de Farmacèutics de Balears por su vicepresidenta, Isabel Llompart; el director general del SIGRE, Juan Carlos Mampaso; la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló; y el director general de Qualitat Ambiental, Nicolau Barceló. Las farmacias ofrecerán folletos explicativos sobre el funcionamiento del sistema. En 2002, en Balears se compraron 17 millones de medicamentos cuyos envases sumaron 420'89 toneladas.