Rebosa energía, alegría y bondad. Sor María González Domingo,
religiosa de las Hermanas de la Caridad, se jubila tras ser ealma
mater de la guardería que tienen las hermanas en la barriada de La
Soledat. Por esta causa será homenajeada hoy en el templo
parroquial a las ocho de la tarde.
Natural de Sisante (Cuenca), vino a Mallorca en el año 1959
cuando contaba 24 años de edad. Apenas llegó, inició el noviciado
en esta congregación en Son Roca. Pasados dos años profesó como
hermana de La Caridad y su destino fue el convento de La Soledat.
En la actualidad lleva ahí 41 años y cuatro meses. Sor María nos
contó que «desde 1961 a 1962 estuve con los párvulos y después pasé
a la guardería. Para mí ha sido una experiencia muy grande, ya que
he aprendido de los niños y sus padres».
«El aspecto de la barriada de La Soledat -afirmó sor María- ha
sufrido un cambio considerable desde los inicios de los años
sesenta. Es una barriada obrera que ha cambiado. Antes era como un
pueblo, muy familiar, y en los últimos diez años el ambiente no es
el mismo. No tengo queja alguna de la gente y tampoco he tenido
problemas ni he pasado situaciones difíciles». La hermana recuerda
con cariño que «mi labor en la guardería, -que con anterioridad
pertenecía a la parroquia y ahora es de la congregación- consistía
en preparar y dar biberones, papillas y cambiar 'paquetes'. Los
niños son muy cariñosos, y además, me gusta mucho trabajar con
ellos. Eso sí, hay que tener mucha paciencia, pero no cambiaría mi
vida por nada y doy gracias a Dios».
A.Estabén
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