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Los ingresos de Cáritas disminuyeron un 4% el año pasado respecto a 2001, mientras que los gastos aumentaron un 10%, según la memoria 2002 que ayer presentaron el director de Cáritas, Antoni Garau, y el delegado diocesano de Acció Social, Pep Noguera. La memoria desglosa el trabajo en los programas de sensibilización, de atención primaria, de economía solidaria, los dirigidos a la infancia, mujer y familias; personas mayores; inmigrantes o voluntariado.

Así, por ejemplo, el programa para inmigrantes atendió a 3.231 personas, lo que supuso un incremento del 33% con respecto a 2001, el de inserción socio-laboral a 2.964 personas, el de atención primaria a 3.664 personas; el de infancia, mujer y familia llegó a 796 personas y el de mayores a 140. Bárbara Picornell, responsable de Atención Primaria, remarcó que en 2002 «se consolidaron los programas de atención primaria, con un 27% de aumento en el número de personas atendidas».

Por su parte, Margalida Riutort, coordinadora de los talleres de inserción, también habló de una «consolidación», pero advirtió que «los procesos de inserción laboral son muy largos y muchas personas están cronificando sus dificultades». Los gastos ascendieron a 2.923.675 euros, mientras que los ingresos alcanzaron los 2.659.464 euros, y para las campañas internacionales se captaron y entregaron 173.348 euros.