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Miles de escolares se despiden hoy de las aulas hasta el mes de septiembre cuando inciaran un nuevo curso. Algunos con un verano de lo más divertido y otros tendrán que emplear algunas horas de estudio para las recuperaciones. Pero de lo que no hay duda es de lo bien que se lo pasaron ayer algunos de los colegios de Mallorca. Aunque fueron muchos los que celebraron la fiesta de fin de curso, y hoy viernes, muchos otros lo vivirán, ayer nos fuimos a la fiesta del colegio Lluís Vives de Palma, que lo festejó en el Palau d'Esports de Son Moix, y el colegio Nuestra Señora de La Esperanza, que lo celebró en la plaza de toros de Palma.

Padres y alumnos del colegio Lluís Vives llenaron las gradas y cancha de Son Moix donde durante más de dos horas los estudiantes realizaron diferentes actuaciones con un único tema: «XXIX fiesta del Drac Màgic», un detallado recorrido por los diferentes lugares, y culturas que «abrazan» la historia mediterránea. Desde primera hora de la mañana, los pequeños del colegio se prepararon para hacer frente a una jornada muy especial.

El primer festival de teatro del Mediterráneo cuidó al máximo cada detalle, incluso hubo un suculento ágape mediterráneo propio de un excelente cheff. No faltaron los ritmos de los tambores del Magreb, ni las tribus beduinas. Pero todo ello fue horas antes de la «conquista» de Son Moix, puesto que la invasión mostró un mar de paz y una encrucijada de culturas. Los niños y niñas de tres años, vestidos de siurells fueron el símbolo balear; los de cuatro años, pescadores de la isla de Malta; los muchachos de cinco años, representaron «un ballo in Maschera» tradicional de Venecia.

Julián Aguirre