TW
0

Su sueño no canjeable es emular algún día a los mitos de la alta costura. Cristina Forteza, Rafael Nicolau, Irene Castillo y Joana París acaban de regresar de Madrid tras participar en el I Certamen de Jóvenes Diseñadores organizado por la Gaceta Universitaria. «Ha sido una pasada, me ha gustado muchísimo, el ambiente, cómo estaba montado todo», dice Cristina. «Y ver a la gente de las revistas especializadas de la capital, todo muy grande», confirma Irene.

A este certamen, que tiene todos los números para convertirse en referencia a nivel nacional, concurrieron 20 jóvenes diseñadores de toda España. «Cada uno teníamos que presentar tres modelos, de temática libre», explica Rafael, que participó en sociedad con Cristina Forteza. «Nuestro tema ha sido la evolución de la flor -dice ella-, y hemos titulado la colección Cocoon, capullo en inglés, que suena un poco... A partir del capullo, que es redondo, hemos ido adaptando los modelos de los vestidos».

«Mi colección se llama Metrópolis -dice Joana París- y está inspirada en la película de Fritz Lang, de 1926. Tiene que ver, sí, con que soy una arquitecto frustrada». Irene Castillo, que participó en el prestigioso Concurso Smirnoff hace dos años, encontró su duende en la danza de Amor Brujo, «una colección muy oscura, con los bajos rojos. Escuché discos de flamenco-chill out, algo gitano, y salió esto». La experiencia, aunque positiva en todos los aspectos, ha sido también dura en otros. «Rafael y yo hemos estado más de 48 horas cosiendo, sin dormir», cuenta Cristina. «Sólo hace un mes que nuestros propios compañeros de Ars Nova nos eligieron para venir a Madrid, y desde entonces nos hemos pasado las horas cosiendo y cosiendo», confirma Joana.

I. Terrasa (Madrid)