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El verano ha entrado en nuestras vidas, los chavales disfrutan ya de sus largas vacaciones estivales y las notas de fin de curso están a punto de hacer su entrada triunfal. Es el momento de hacer balance, de mirar atrás y de comprobar qué hemos aprendido, cómo hemos progresado y, por supuesto, de demostrárselo a los demás. Es lo que ayer hicieron los alumnos de la Escola de Dansa Sant Jaume, que subieron al escenario de la Sala Magna del Auditòrium de Palma para enseñar a sus familiares y amigos todo lo que saben hacer. Fue una ocasión única para captar en cámara de vídeo esos progresos que han hecho a lo largo de los últimos meses unos artistas jóvenes pero entregados al difícil mundo de la danza.

Coreografías especialmente diseñadas para la ocasión por los profesores del centro lucieron acompañadas por la música y la iluminación, que destacaba el buen hacer de estos aprendices de todas las edades que saben combinar a la perfección el movimiento con la expresividad del propio cuerpo. La emoción se veía reflejada en los rostros del público, que aplaudió a rabiar cada una de las actuaciones. Ahora, a descansar un par de meses y en otoño, de nuevo a las tablas.
R.D.