El ritual de s'Hort des Correu de Manacor tuvo ayer una ausencia
notable. La inoportuna niebla deslució el esplendor del sol, astro
luminoso que el día de Sant Joan suele vestir de fiesta y saluda
con un baile. En este caso, además, tenía una cita con los 35 niños
y niñas de entre cuatro meses y nueve años, que acudieron
acompañados por sus padres con el objetivo de pasar entre las ramas
de las dos vimeteres (mimbreras) a fin de curar sus hernias.
Toda una tradición que se ha venido transmitiendo de generación
en generación en el seno de la familia de Sebastiana Sureda,
combinando año tras año cultura popular con misticismo. En un plazo
máximo de tres meses se sabrá si la criatura se ha curado; si la
rama vuelve a brotar, la experencia resultó positiva. El
acontecimiento es gratuito y está abierto al público en
general.
La 'ceremonia' en sí empezó a las seis de la mañana y terminó
media hora más tarde. Algunos retoños repetían paso entre ramas, a
fin de curar al segundo o tercer intento la hernia. Algunos padres
señalaron: «Supongo que el método dará efecto. La noche es mágica».
Una tradición de lo más misteriosa y efectiva.
Tomeu Obrador
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