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El cierre de los primeros «rent a car» que estacionaban sus vehículos en terreno rústico de Son Fangos a cargo de la Patrulla Verda de la Policía Local de Palma, generó ayer momentos de tensión. Un grupo de trabajadores afectados, de las empresas Record y Ultramar Express, acompañó al presidente de la Asociación de Empresas de Transporte de Alquiler de Vehículos con y sin Conductor de Balears (Transcar), José María Blay, mientras se ejecutaba la clausura de los locales.

La decisión del Ajuntament de Palma, avalada por una resolución judicial, implica el traslado forzoso de 3.100 vehículos de alquiler -100 autobuses y 3.000 coches- de las empresas citadas. Blay advirtió de que la decisión de Cort de precintar estos terrenos, a los que se unirán otros próximamente, «sin ofrecer una alternativa, hace peligrar el empleo de 300 personas», dijo. «Se hacen animaladas y no se enteran -afirmó- porque estamos jugando con el pan de la gente por 'pardaladas'».

A finales del pasado año, el Ajuntament de Palma abrió 27 expedientes de cierre de superficies ilegales por estacionar coches en suelo rústico y, con los de ayer, ya son ocho las instalaciones clausuradas. Blay declaró a los periodistas que no comprende que, habiendo 200 empresas en situación irregular en suelo rústico en el municipio de Palma y 800 en toda Mallorca, según datos de la Cámara de Comercio de Mallorca, «no se proceda de igual modo con todas, creando un serio agravio comparativo y desleal hacia los miembros de Transcar».