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IVÀN TERRASA - MADRID
El diputado socialista menorquín Albert Moragues, portavoz adjunto de la Comisión de Defensa en el Congreso de los Diputados, denuncia que «la militar es una organización estresada, en el sentido que se le está exigiendo mucho para los efectivos que tiene». Moragues, especialista de su grupo parlamentario en temas de recursos humanos, sitúa el principio de esta situación en 2001, momento en que el Ejercito español pasó a ser enteramente profesional. «Entonces, la Comisión Mixta del Congreso fijó un mínimo de 102.500 soldados y un máximo de 120.000. Pero ya desde el principio los efectivos empezaron a bajar y a bajar, hasta el punto de que podríamos terminar este año con 60.000 soldados, casi la mitad del mínimo exigido. Ahora ni siquiera generamos los suficientes efectivos para sustituir a los que se van, es decir, que hay más soldados que abandonan el Ejército que gente que solicita ingresar en él».

Para Moragues uno de los problemas es que «se paga poco, un soldado de primer año cobra menos de 600 euros brutos al mes, además de descontarle el vestuario y otras cosas. En una buena situación económica como la vivida estos años, un chaval de 18 años cobra lo mismo trabajando cuatro fines de semana al mes de camarero».

«Cuando estás en el Ejército te das cuenta de que lo que te vendían en la propaganda y la realidad son cosas completamente distintas», prosigue Moragues. «Y claro que no es lo mismo ir a Aire, que no tiene vacantes, o a la Marina, que aunque muy duro está muy tecnificado, que ir a Tierra, que no tiene las ventajas de los otros dos».