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Un año más, el gremio de pescadores rinde homenaje a su santo patrón, Sant Pere, en una tradición que se repite de año en año con idéntico entusiasmo y fervor popular. La Cofradía de Pescadores, con Pep Bonnín Forteza a la cabeza, inició ayer -a pesar de ser la víspera y no el día de Sant Pere- los actos con una misa a mediodía en la iglesia de la Santa Creu. Dos horas después los miembros de la cofradía se reunieron a manteles en el Real Club Náutico de Palma. Allí se rindió homenaje al jubilado de mayor edad, Liguel Sitjar Bonet, y al jubilado del año 2003, Sebastián Albertí Flaquer.

Pero el acto central fue a seis y media de la tarde, con la salida de la procesión terrestre-marítima, que partió de la capilla de Sant Elm, siendo el santo llevado a hombros por miembros de la cofradía acompañados por el ritmo marcado por los sones de una banda de xeremiers.

Entre las autoridades presentes estuvieron el presidente de Autoritat Portuària, Francesc Triay, y el director general de Pesca, Sebastián Covas. La procesión se dirigió al Mollet, donde se había congregado numeroso público. Allí la imagen fue embarcada en eSara y Thesa, engalanado con paperins para la ocasión, y al que siguieron otras muchas embarcaciones.

Amalia Estabén