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Pocas sorpresas
Si algo ha sorprendido de la composición del nuevo gabinete de Jaume Matas es, precisamente, que no ha sido una sorpresa. Para quienes esperábamos algún golpe de efecto del nuevo president, algo muy propio de Matas, el Govern ha resultado absolutamente previsible. Aplicándose el cuento de que los experimentos se hacen con gaseoso, el jefe del Ejecutivo ha ido a lo seguro.

La lógica de Matas
La entrada en el Govern de Rosa Estaràs, Joan Flaquer, Mabel Cabrer, Jaume Font, Josep Juan Cardona, José María Rodríguez y Francesc Fiol encajen en la lógica de Matas. El president ha incluido en su gobierno a todos los pesos pesados del partido en puestos más o menos lógicos. Pero además, Matas ha premiado a aquellos que más han trabajado durante esta legislatura en los duros bancos de la oposición, incluido el propio Cardona, a pesar del riesgo que supone colocar en el gabinete a uno de los imputados por el 'caso Formentera'.

Cabrer y Rodríguez
El nombramiento de Cabrer, considerada una gran gestora, deja bien a las claras que Matas quiere soluciones rápidas a las carencias en materia de carreteras. José María Rodríguez será un hueso duro de roer para los sindicatos funcionariales y Estaràs se consolida como auténtica mano derecha del president.

Consellers a la carta
A pesar de que no figuraba en las quinielas iniciales, Joan Flaquer será finalmente el titular de Turisme. Flaquer es, sin duda, el conseller preferido por los empresarios del sector. Otro tanto puede decirse de la presencia de Tomás Cortés en la Conselleria d'Agricultura. Puede asegurarse que no habrá ni tractoradas ni boicot al Govern en las ferias turísticas. Matas ha querido tranquilizar a los dos sectores que más se han movilizado contra el Pacte de Progrés con dos consellers a la carta, al gusto de ambos.

Estaràs, la heredera
La elección de Rosa Estaràs como vicepresidenta del Govern deja bien a las claras por quién apuesta el president como posible sustituta en el cargo. Si Matas vuelve a Madrid, como algunos insinúan con insistencia, Estaràs queda situada en primera línea para recibir la herencia con un equipo que, además, se acomoda perfectamente al perfil de la nueva vicepresidenta.

Castillo y Salut
Tal vez la apuesta más arriesgada del president haya sido la elección de Ana Castillo como consellera de Sanitat. La joven política ha puesto de manifiesto que conoce perfectamente el sector, con una oposición contundente contra Aina Salom, pero ahora tendrá que demostrar que, además de opositar, sabe gestionar. La política sanitaria ha sido una de las banderas del PP durante estos cuatro años y Castillo se enfrenta a un difícil reto.

Las sorpresas
Además de ir a tiro fijo, Matas ha incorporado dos sorpresas: la de la desconocida Rosa Puig y la de Lluis Ramis de Ayreflor. Son las dos caras nuevas, inéditas en todas las quinielas.