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IVÀN TERRASA-MADRID
La ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, se comprometió ayer con Jaume Matas a resolver el problema del agua en Balears antes de que finalice 2003, mediante la subvención e inminente puesta en marcha de una serie de proyectos, cuyo coste total, según el president del Govern, asciende a entre «30.000 y 40.000 millones de pesetas», el equivalente a 240 millones de euros. Rodríguez y Matas se vieron ayer en Madrid en el regreso del ex ministro al que fue su despacho durante dos años. En la reunión también estuvo presente el conseller de Medi Ambient, Jaume Font.

De todos los proyectos anunciados, el más importante es el de trasvase de Sa Costera, «el proyecto de trasvase de agua más importante que se hace en Mallorca», según Matas. La inversión será de 56 millones de euros y la ejecución, de entre cuatro y cinco años. La primera piedra se pondrá en el mes de diciembre. Otro de los acuerdos se refiere a la construcción de cuatro desaladoras de agua de mar: en Mallorca las de Alcúdia y Andratx, la de Santa Eulàlia en Eivissa y la de Ciutadella en Menorca. Las cuatro serán adjudicadas entre julio y octubre de este año, según palabras de Matas. También en Eivissa se pondrá en marcha una depuradora, «obra declarada de interés general y cuyo compromiso de la ministra para asumir la financiación es total».

La propuesta de construcción de cuatro desaladoras ya fue planteada por el propio Jaume Matas en la época en la que ocupó el cargo que ahora tiene Elvira Rodríguez. Sin embargo, los proyectos no contaron con el apoyo del Govern del Pacte de Progrés, que en todo momento se opuso a la construcción de nuevas plantas en la isla de Mallorca. La llegada de Matas a la Presidència del Govern permitirá que estos proyectos se ejecuten sin problemas después de haber permanecido una larga temporada bloqueados por la oposición del Pacte. Si las obras comienzan este mismo mes de octubre, como señaló el president del Govern, podrán estar finalizadas posiblemente a lo largo de la presente legislatura. La construcción de estas cuatro plantas desalinizadoras de agua de mar será sin duda el proyecto más polémico de los pactados en la reunión mantenida ayer en la sede del Ministerio de Medio Ambiente dada la oposición de las principales organizaciones ecologistas y de todos los partidos que componen el Pacte de Progrés.