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José María Rodríguez, conseller de Funció Pública i Interior del Govern, dijo ayer que modificará el decreto que implicó un aumento en las exigencias del catalán para trabajar en la Administración balear, con la intención de que la lengua «no sea un obstáculo» para los que aspiren ser empleados públicos. Rodríguez hizo estas afirmaciones a la salida de la primera reunión de la Comissió de Personal en la que se propuso la unificación de los servicios jurídicos con la intención de mejorar la eficacia de la Administración autonómica.

El conseller prometió facilitar el acceso de los ciudadanos a la función pública, de modo que el catalán «no sea un obstáculo, un impedimento». Para ello anunció que es voluntad del Govern convocar oposiciones anuales a fin de normalizar el acceso a la función pública y que todos puedan entrar en ella «en igualdad de condiciones».

Para el mes de septiembre se convocará otra reunión de la comisión en la que se tratará la nueva adscripción de los trabajadores de las desaparecidas conselleries de Benestar Social y de Innovació i Energia, y el paso de la Direcció General de Ports i Litoral a la nueva Conselleria d'Obres Públiques del Govern.