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El pleno del Consell de Mallorca aprobó ayer la creación del Institut de Serveis Socials i Esportius de Mallorca con la oposición de un importante colectivo de trabajadores que se concentró en la sede del Consell para mostrar su rechazo por este organismo. Los trabajadores del IBAS y de los servicios sociales del Consell, que pasarán a depender de este organismo, temen que sea el primer paso para la privatización del servicio y lamentan que se haya aprobado sin una negociación sindical previa.

En un debate en el que no intervino quien será la presidenta del Institut, Margalida Vilanova, nombrada consellera de Serveis Socials de forma interina, todos los grupos de la oposición también criticaron abiertamente la creación de un organismo que escapará a la mayor parte de los sistemas de control del pleno de la institución. Margalida Rosselló (EU-EV) consideró un «insulto» la aprobación de este organismo y Antoni Alorda aseguró que se trataba de una «aberración». Para Armengol, la creación de este ente sin apenas control es «impresentable».

Ante las críticas por la falta de control, el PP accedió ayer a presentar una enmienda a la propuesta para que la presidenta comparezca a petición de un grupo político y no de dos como figuraba inicialmente en los estatutos. Los representantes de PSOE, PSM y EU-EV votaron en contra de esta propuesta ya que pidieron que el asunto quedara sobre la mesa para poder estudiar a fondo el tema y lograr el mayor consenso posible. Sin embargo, el portavoz del PP Fernando Rubio defendió la aprobación de este organismo por vía de urgencia y aseguró que su partido está abierto a las posibles modificaciones que se puedan introducir en el plazo de alegaciones.