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Los futuros reyes de noruega -¡Larga vida al rey Harald- se han convertido en los segundos grandes personajes de este verano, pues llegan a Palma tres semanas después de que lo hicieran los Reyes de Jordania, aunque a diferencia de éstos, a los que nos encontramos en todas partes, a aquéllos, ayer, no los vimos, pues en ningún momento aparecieron Mette-Marit y Haakon en la cubierta del yate real noruego -a lo mejor es porque estaban en otro lugar-, amarrado en el puerto de la base naval de Porto Pi, y en el que vive el rey Harald desde que llegó a Palma hace tres semanas para participar en las regatas Breitling y Copa del Rey de vela. Así que tendremos que esperar a hoy a ver lo que sucede. Hay que recordar que la mujer de Haakon, Mette-Marit, está embarazada de tres meses.

Hace un año por estas fechas, también aprovechando que el Rey de los noruegos estaba en Palma, llegó su hija Marta Luisa acompañada de su esposo Ari Behn, con quien se casó muy enamorada, pues esta boda le supuso tener que renunciar a la sucesión en el trono. Como recordarán nuestros lectores, la primera aparición de la pareja fue en Puerto Portals, presenciando la regata Breitling, a bordo de la zodiac deNorge.

El pasado 20 de julio, el príncipe Haakon cumplió 30 años, y en contra de la voluntad del pueblo noruego, para celebrar el cumpleaños se decantó por la intimidad del palacio que la familia posée en la isla de Mager. Según se dijo, le acompañaron en la fiesta alrededor de 50 personas, entre ellas sus familiares y amigos más allegados. Naturalmente, en la celebración no estaba el Rey, ya que se encontraba en Mallorca regateando. Parece ser que este modo de celebrar el cumpleaños no fue muy del agrado de los noruegos, ya que hubieran preferido hacerlo de modo más oficial, y que si no pudo ser, fue, según señalan algunos, por un capricho de su mujer. El heredero no tuvo inconveniente en mostrar a la prensa algunos de los regalos que había recibido, entre otros el de sus padres: una vela de surf, y el de un tío suyo: una tabla. Por lo demás calificó a su esposa como la mujer de su vida. En cuanto al hijo que les nacerá en enero, confía en darle una educación como la que recibe cualquier niño noruego.

Pedro Prieto