Rocío Madrid, la «marciana» más bella

-¿Qué tal llevas el éxito?
-Creo que bien, ¿no? Porque lo que sí tenía claro es que si entraba en un programa como Crónicas la popularidad estaba garantizada, pero no por mí, ¿eh?, sino porque se trata de un programa de mucho éxito, de estar muchos años triunfando y que además va a continuar. Entonces yo sabía que iba a un buen sitio.

-¿Satisfecha?
-Para ser el primero, y más tratándose de un programa tan exigente como es Crónicas Marcianas, estoy bastante satisfecha.

-¿Cuentan contigo para el próximo año?
-Sí, claro, vuelvo en septiembre. Y quiero mejorar mi sección aportando cosas nuevas y alguna que otra sorpresilla.

-A Crónicas Marcianas lo han catalogado como el número uno en telebasura. ¿Qué opinas?
-Mira, lo de la telebasura es algo que ya me aburre bastante. Para mí, trabajar en Crónicas no supone ningún tipo de problema, ni para mi moral ni para mi vida, sino, por el contrario, estoy muy orgullosa de haber entrado a trabajar en televisión a través de este programa. Y es más: creo que los que se atreven a señalar a Crónicas, u otros programas de audiencia, como telebasura no hacen más que insultar a millones de telespectadores que siguen a diario dichos programas. Crónicas sólo pretende entretener y divertir, cosa que consigue a diario; en ningún momento se ha pretendido que Crónicas fuera un informativo o un programa cultural. En pocas palabras: que a quien le guste, que lo vea, y a quien no, que cambie a otro canal, pero que respete y no insulte, porque, repito, nosotros ofrecemos lo que el telespectador quiere. Y a esas horas de la noche, según hemos comprobado, la gente pasa de debates políticos; quiere ver vídeos divertidos, a Boris; quiere irse a dormir con unas risas.

-¿Por qué a Boris le das un pico y a Sardà un besito en la mejilla?
-No, mira. A Sardà le he dado más de un pico aunque no tan efusivos como los de Boris. ¿Que cómo empezó...? Fue algo espontáneo. Nada, que una noche nos dio por ahí, y como nos trajo suerte, seguimos. Es como un rito.

-En el supuesto de que a ti, mañana, te pillaran desnuda en una playa.... «Es que no me baño desnuda», me dirás. Pero, bueno, supongamos que sí, que te bañas así, y te pillan. Y encima de sacarte en un programa como Crónicas, ves y oyes a personas que no te conocen opinar sobre ti. ¿Qué dirías?
-Como bien has dicho, no me van a pillar nunca pues no me baño así. Y si me pillan de otra manera, y opinan sobre mí en ciertos programas... Bueno, sinceramente, eso, que me saquen y que opinen, a pesar de que sé que esto es así, es algo que todavía no llevo bien, tal vez porque soy personaje público desde hace un año, pero... Bueno, no tendría más remedio que aceptarlo. Pero como todavía no me han pillado...

-Todo se andará.
-No creas. ¿Sabes? Estoy convencida de que pillan a los que se dejan pillar. Si eres discreta y vas con cuidado, no te pillan. La única vez que me fotografiaron en bañador fue porque estaba con los chicos de Operación Triunfo en una piscina, en Canarias. Pero estábamos todos, y encima había periodistas, pero no por mí -aclara- sino por ellos.

-De todos modos, hazme caso: no dudes de que posiblemente eres el desnudo más buscado.
-Lo sé porque me lo han dicho. Por eso voy con cuidado. Además, yo quiero ser algo por mi trabajo, no por otras cosas.

P. Prieto