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El president del Govern balear, Jaume Matas, mantuvo ayer una reunión con el presidente del Ejecutivo, José María Aznar, encuentro calificado por ambas partes como «muy positivo», y que puso de manifiesto la excelente relación que mantienen los dos gobiernos.

El buen entendimiento ha propiciado el compromiso de inversiones multimillonarias en las Islas para solucionar los problemas más graves que sufre el archipiélago, como lo son el tema de suministro energético, la mejora en la red de carreteras y la creación de obras hidráulicas para paliar los problemas de abastecimiento y tratamiento de agua.

Resulta esperanzador y gratificante que, después de cuatro años con inversiones solicitadas desde el Ejecutivo balear casi nunca atendidas por parte del Gobierno central, se abra una vía en la que se garantiza una inversión de 1.500 millones de euros que beneficiará a toda la comunidad balear.

Faltan muchos detalles, como por ejemplo los plazos en los que se ejecutará esa inversión y cuánto dinero se necesitará para acabar con el monopolio eléctrico en las Islas, pero, al margen de concreciones que llegarán en sucesivos encuentros entre Madrid y Balears, se ha abierto un camino que garantizará un futuro mejor para las Islas.

El Gobierno central se va a involucrar de nuevo en los problemas que afectan a la comunidad balear y, sin duda, supondrá el impulso económico que las Islas precisan. La nueva cordialidad entre Madrid y Balears ha equiparado los intereses políticos a los institucionales, algo que no sucedió durante los años en los que gobernó el Pacte de Progrés, cuando las desavenencias entre el PP y el PSOE dejaron en ocasiones en un segundo término el interés general.