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La festividad de Sant Jaume volvió a tener un marcado carácter tradicional y popular en Algaida. Los Cossiers, verdadera esencia de las celebraciones, congregaron numerosos vecinos. Los «paperins» blancos y la verde «alfebeguera» ambientaron como siempre la Placeta de l'Església, una vez concluyó la misa. En el interior del edificio religioso los Cossiers (sin el Dimoni) bailaron L'Oferta. Y en el momento de pasar la «bacina», el sacerdote local informó que aún restan unos 2.000 euros para pagar la mejora de la campana.

Texto: T.Obrador

Ayer los coloristas Cossiers fueron Toni y Xesc Barceló, Ricard Echeverría, Tomeu Sales, Pep Pou y Joan Antoni Oliver. El Dimoni fue representado por Miquel Ballester, mientras que la Dama, Joana Maria Jaume.

La mañana fue muy soleada y calurosa. Sin embargo ello no fue obstáculo para que la elegancia de los bailes provocasen un año más la admiración del público. Respecto a las danzas ancestrales, estas fueron Ses Bombes, L'Oferta, Mestre Joan, Els Reis, Flor de Murta, S'obriu-nos, Sa dansa nova, Es Mergansó, y la emocionantísima Titoieta, con la muerte final del Mal, el Dimoni, y la victoria del Bien, los Cossiers.