Valldemossa vivió ayer uno de los días más emblemáticos de las
fiestas de Santa Catalina Tomás. Miles de personas se dieron cita
por la noche en la Plaça de Na Búger para presenciar la famosa
cabalgata del Carro Triomfal de la Beata, presidida por la niña
Catalina Carbonell y su corte de pequeños angelets. A la vista de
todos los presentes aguardaba la espectacular carroza, una galera
victòria adornada por Joan Mateu Ripoll. Con caramelos en la mano,
los pequeños valldemossines acompañados por la Beateta se subieron
ilusionados. Todo estaba preparado para que comenzase el
desfile.
Como manda la tradición, epadrí abanderado, este año Jaume Más,
abrió el cortejo a lomos de una somereta. Al son de la popular
tonada de Sor Tomasseta on sou la cabalgata recorrió las calles de
la localidad. Los xeremiers de Sa Garriga y la banda de música de
Montuïri acompañó a todos aquéllos que, con sus coros, pusieron
letra a los acordes. La carroza, conducida un año más por Toni Mas
y Jaume Salvá, hizo un alto junto al palco de autoridades para
rendir homenaje a la pareja más anciana de Valldemossa. En esta
ocasión, los galardonados con la placa de honor, entregada por el
alcalde, fueron John Robert Buckley y María Pastor Mut, ambos
nacidos en 1907.
Todos los vecinos se volcaron para que la cabalgata discurriera
con total normalidad. Los protagonistas de la noche, decenas de
niños vestidos de payeses, aportaron el toque gracioso a la noche.
Y, para que no hubiese ningún incidente, los familiares de los
pequeños y voluntarios de Protección Civil velaron por la seguridad
de los participantes.
Leyre Quintana
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