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Este mes se ha convertido en el julio más caluroso de los últimos 30 años (desde que existen las mediciones termométricas) con una media de 27,9 grados en Porto Pí. En el resumen de julio destaca el día 21, jornada marcada por los récords de temperaturas en Capdepera (40,1 grados), Son Sant Joan (38,0) y Lluc (38,1). «La sensación de calor y bochorno de este mes de julio se ha visto claramente reflejada en las temperaturas, más altas que lo normal en los últimos 30 años», explicó la portavoz del Centre Meteorològic de Balears.

La ola de calor, como es habitual, se ha visto reflejada con el incremento del consumo eléctrico y de la adquisición de aparatos de aire acondicionado y ventiladores. También, los residentes y visitantes de las Islas han aumentado las compras de agua, helados y refrescos de toda índole. Desde ayer, y en los próximos días, las previsiones apuntan a un leve respiro climatológico debido a la entrada de una masa de aire fresco a Balears. En las costa no se esperan temperaturas superiores a los 30 grados, mientras que en el interior, podrían llegar a los 33 grados.

GESA, por su parte, confirmó ayer que la media de consumo acumulado en el último año hasta julio había crecido un 19,6 por ciento, el doble que en los últimos seis años. La compañía tiene en estos momentos 9 turbinas de gas a pleno rendimiento en la central de Son Reus, 8 de ellas alimentadas por gas-oil, y la otra, por vapor. El hecho de que se alimenten de gas oil y no de gas natural, como fueron diseñadas, supone para GESA un extracoste importante desde su puesta en marcha (en el año 2000), que la portavoz Magdalena Frau cifró en 35 millones de euros. «Si en el año 2005 seguimos sin contar con gas natural, ese extracoste se elevará a 25 millones de euros en un solo año, y a 50 millones de euros en el año 2010, si Balears sigue careciendo de gas natural», explicó.