Bajo el espíritu de la interculturalidad y la confraternidad, 36
personas de diferentes países iniciaron ayer un encuentro en el
campamento de la Victòria, organizada por Cáritas Mallorca. Con el
objetivo de pasar un fin de semana en convivencia, nigerianos,
búlgaros, cameruneses y gente de otras nacionalidades decidieron
dar un nuevo impulso a su integración en la Isla.
La mayor parte de los asistentes al campamento recibe las clases
de castellano que imparte Cáritas en sus centros de sa Gerreria y
de Sant Magí. Los participantes aprovecharon la excursión para
potenciar las relaciones entre las diferentes culturas. No tan sólo
en cuestión de lengua, sino también en aspectos culinarios:
probaron diversas comidas de países europeos y africanos.
Aina Mascaró, profesora de lengua del programa de inmigrantes de
Cáritas, explicó que éste pretende ser «un punto de encuentro para
gente de diferentes culturas que, si bien pueden defenderse en
castellano, necesitan actividades para relacionarse».
Texto: E. Carranza
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