Miles de personas participaron ayer en la fiesta de moros y cristianos, en la que Joan Mas rememoró su victoria sobre Dragut. Foto: MIQUEL ÀNGEL CANYELLES

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Los pollencins rememoraron ayer tarde con mucha intensidad y emoción el simulacro de la batalla entre «moros i cristians», que llenó las calles de una gran multitud de espectadores que, pese a las altas temperaturas, no quisieron perderse esta fiesta que año tras año congrega a miles de visitantes en el municipio pollencí.

Coincidiendo en sábado, el simulacro de batalla entre moros y cristianos, que se enmarca dentro de los actos organizados con motivo de la patrona, Nostra Señora dels Àngels, reunió a más visitantes que en anteriores ocasiones. Los foráneos disfrutaron con la gran participación de los pollencins, que se entregaron de lleno a su papel. La batalla, que rememora el ataque de los moros que tuvo lugar el 31 de mayo de 1550 en la localidad de Pollença, se inició a las siete de la tarde en la Plaça de l'Almoïna, donde los moros encabezados porel temible Dragut se enfrentaron con el valiente Joan Mas, que este año ha sido encarnado por el joven de 27 años, Guillem Bisanyes.

Al oír el ruido de la tropa que se aproximaba rápidamente, Joan Mas gritó las conocidas palabras: «Mare de Déu dels Àngels, assistiu-nos! Pollencins, aixecau-vos; els pirates són aquí!», para que los pollencins se percatasen de la presencia del ejército de Dragut, personaje que este año ha sido interpretado por Joan Vives. Justo en ese emocionante y esperado momento, la batalla entre «moros i cristians» se inició con mucha furia. Como hace 453 años, no faltaron los palos y espadas de madera, que se alzaron con fuerza durante algo más de una hora por la calles más céntricas de Pollença.

Texto: C.Moreno