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Las puertas de los ministerios de Madrid y los grifos de los Presupuestos Generales del Estado se han abierto para Balears. Se ha producido el cambio político en el Govern y donde antes todo eran problemas -en la capital del Reino- ahora son máximas facilidades. Balears tendrá dinero para carreteras, para el gasoducto y el cable eléctrico, para las desaladoras... y conseguirá rápidamente la declaración de servicio público para el transporte aéreo interinsular. En pocos días, con la simple visita del president Matas a sus antiguos colegas del Consejo de Ministros, todo se ha arreglado. Ciertamente, durante los años del Pacte de Progrés, era muy difícil el acuerdo con el Gobierno central en algunos aspectos, dada la evidente discrepancia ideológica en cuestiones que afectaban al medio ambiente.

Pero, aun admitiendo que el Govern de Antich estuviese equivocado en algunos posicionamientos, hay que recordar que tenía toda la legitimidad para diseñar la política de esta Comunitat. Quien tiene que decidir qué tipo de carreteras o desaladoras precisa Balears es el Govern de Balears, lo presida Antich, Matas o quien sea. Y la Administración central está obligada a ayudar a las comunidades autónomas al margen del color político de los respectivos gobiernos. Si realmente estuviésemos en un Estado pleno de las Autonomías, con una financiación adecuada para las competencias que se deben gestionar, se evitarían esos lamentables enfrentamientos que perjudican a todos los ciudadanos. Durante cuatro años ha estado detenido el reloj en las relaciones Madrid-Balears. Unos y otros no han querido entenderse. Desde el Consolat se ha practicado el victimismo -¿había otra opción?- y desde Madrid se ha negado casi todo, intentando asfixiar todas las iniciativas del Pacte con el claro propósito de recuperar el Govern de Balears. Bien, esto ya es historia. La iniciativa es ahora del Govern de Jaume Matas y es bueno que Balears saque el máximo rendimiento a estas excelentes relaciones antes de que una nueva cita con las urnas pueda empeorar las cosas.