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PEDRO PRIETO
Poco antes del mediodía de ayer, Charlie Watts, batería de los Rolling, acompañado de su esposa, Shirley Ann Shepherd e hija -o seguramente su nieta (porque que se sepa, Charly tuvo una hija, Seraphina)- salieron de su habitación y se fueron un rato a la piscina donde la pequeña, que lucía camiseta blanca con la emblemática lengua roja, se dió un baño. El músico descansa junto al resto del grupo en un hotel de Mallorca.

Charlie estaba muy atento a la niña, mientras su esposa hablaba por teléfono. Media hora después, sin prisas, regresaron a su lujosa suite, dejaron las toallas y al poco rato los teníamos sentados alrededor de una mesa debajo del porche que mira hacia la piscina grande, dispuestos a dar cuenta del almuerzo, en el que Charlie también estuvo muy pendiente de la pequeña.

A todo esto, en la galería del primer piso, apareció un caballero con pinta de Lou Reed que hizo saltar a nuestro detector de famosos, siempre en perfecto estado de revista. De Richards, ayer, ni rastro. Éste seguía en su suite, parcialmente cubierta por un montón de macetas. Parece ser que esta tarde Los Rolling Stones viajan a Alicante donde se les unirá Mick Jagger.