Un grupo de jóvenes traslada la bebida en carrito hasta el lugar del botellón. Foto: CARMEN DÍAZ

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Se le denomina botellón en la mayor parte de nuestro país aunque el término «botelleo» también es empleado para aludir a un mismo fenómeno social extendido por toda la geografía española. Una reunión entre amigos para algunos, una forma de beber más barato para otros..., el hecho es juntarse en un parque o plaza con amigos y tomar unas copas antes de entrar en los bares. Este es el ejemplo de una noche en Palma por el Passig Marítim, punto de encuentro para los fines de semana.

Son las 00.30 horas, el recorrido comienza frente a la discoteca Tito's. El Passeig Marítim aún no se encuentra en todo su auge, quizás habrá que esperar una hora más para que el «aforo» esté completo. Un primer grupo comenta: «Lo más habitual es quedar a las 00.00 horas en la gasolinera de Gomila para comprar la bebida. Entre que llegan unos y otros, hasta las 01.00 no empezamos a beber. Pero hoy, parece que todos tenemos ganas de marcheta y hemos sido puntuales». Las botellas aún están dentro de las bolsas y, de momento, no se ve mucha suciedad.

Al lado hay otro grupo de jóvenes que llama la atención por trasladar su compra en carrito: «Nos gusta beber y pasarlo bien. El carro es más cómodo porque llevamos bastante alcohol y refrescos. Solemos comprar una botella para tres o cuatro. Preferimos hacer botellón porque nos sale más barato y podemos hablar y reírnos en la calle; bueno, y ver pasar a mujeres guapas». El grupo se muestra muy animado.

Carmen Díaz