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Diandra Douglas ha puesto punto final a sus vacaciones en su casa mallorquina de s'Estaca, un lugar al que espera seguir viniendo año tras año, «ya que en esta parte de Mallorca pasé parte de mi vida, por lo que me siento muy identificada con ella». Han sido una vacaciones relativamente cortas, «debido a que antes de venir aquí estuvimos en Àfrica», y porque en la última semana viajaron a Sevilla a ver caballos cartujanos. Nos dice que en Nueva York asistirá a la Semana de Moda que se celebra allí. Por lo visto está interesada en ver la colección de Carolina Herrera. Diandra, que viste de verde claro, que recoge su cabello tras las nuca y que sigue luciendo un anillo en el dedo anular de su mano derecha, se acomoda en el sillón del gran salón, en uno de cuyos extremos se conserva la lápida de mármol en recuerdo y homenaje a Catalina Homar, que durante muchos años figuró en la puerta de la casa.

-¿Por qué te sigues apellidando Douglas?
-Por mi hijo. Por Cameron, no por otra cosa. Como madre que soy de él me gusta llevar su mismo apellido.

-Este año, Cameron ha hecho una película con su padre, Michael, y su abuelo, Kirk. ¿Cómo le ha ido?
-Fantástico. De verdad que tiene mucho talento. Quienes han visto la película en Estados Unidos han dicho que Cameron ha trabajado muy bien su papel y le ha sabido sacar mucho provecho. Incluso se ha dicho que de los tres, él ha sido quien lo ha hecho mejor.

-¿Le ves madera de actor?
-Ahora tiene un agente de la prestigiosa William Morris, compañía que representa a numerosos y buenos actores. Acaba de rodar una nueva película, y en lo que espera una nueva oportunidad estudia arte dramático y hace teatro. Sí, le veo un buen actor, que además está trabajando para que así sea

-¿Ha resuelto aquellos problemas que tuvo hace unos años?
-Creo que muchos jóvenes padecen estos problemas, pero al madurar un poco tienen más aprecio por la vida. Cameron está madurando, dejando atrás todo aquello, y yo me siento muy orgullosa de él.

-Tras el divorcio con Michael, Hollywood te debe de quedar ya muy lejos, ¿no?
-Yo sigo teniendo muchos y buenos amigos en Hollywood, con los que me veo a menudo, sobre todo cuando voy a mi casa de Santa Bárbara. Con Bo Dereck, que es íntima mía, compartimos la afición de los caballos. No hace mucho almorcé con Anjélica Huston, también buena amiga mía. La acompañaba su marido, el escultor Robert Grant, quien me hizo recientemente una escultura que ahora muestra en una exposición en Londres.

-Tengo entendido que has interrumpido tus vacaciones mallorquinas para viajar a Sevilla, a ver caballos. ¿Es cierto?
-Cierto. Zac y yo hemos ido a ver caballos cartujanos con los que estoy muy involucrada -para que no haya duda de ello, que no la hay, pues en tiempos de mujer de Michael estuvo en Andalucía por el mismo motivo, nos muestra la revista Santa Bárbara, en la que ella, además de ser portada, en otra de las fotos que ilustran el reportaje aparece montando un precioso caballo cartujano-. Estuvimos en casa de los hermanos Peralta -prosigue-, donde nos lo pasamos muy bien; Rafael y Àngel nos hicieron un rejoneo privado en su finca, luego nos llevaron a visitar diversas ganaderías de caballos cartujanos y por último nos invitaron a que estemos en la próxima Feria de Abril, por todo lo cual les estamos muy agradecidos.

Las mismas prioridades
-Desde que estás con Zac se te ve cambiada. Más guapa, de mejor humor... Y eso me temo que lo hace el amor. Lo muy enamorada que estás de él.

-Sí, así es. Yo diría que desde que estoy a su lado tengo una cierta paz. Además, enfocamos la vida de la misma manera; tenemos las misma prioridades; él es un hombre muy de familia, pendiente en todo instante de sus hijos.

-¿Cuántos tiene?
-Dos. Uno de 18 años, que padece una enfermedad similar a la del síndrome de Down, y del que está muy pendiente en todo momento. Cada dos fines de semana se viene a casa, a Santa Bárbara, con su enfermera a pasar unos días con nosotros. También viene su hija, Isabel, de 13 años, una chica extraordinaria.

-¿Qué tal se lleva Cameron con Zac y sus dos hijos?
-Muy bien. Antes de viajar a Mallorca estuvimos en un safari en Bostwana los cinco, además de una amiga mía, Elizabeth Jonson, y su hijo, y nos lo pasamos muy bien. Disfrutamos mucho del entorno y de la compañía. Como la fotografía se me da bien, y más en Àfrica, cuya luz y color te facilitan el trabajo, hice muchas fotos, algunas de las cuales he expuesto en una galería de Nueva York.

-¿Qué piensa Cameron al ver que de pronto su padre, Michael, le ha traído dos hermanos?
-Pues no sé, ya que no he comentado con él este asunto.

-¿Que tal congenia con sus hermanos?
-A pesar de que hay cierta diferencia de edad entre ellos y Cameron, éste es un chico joven que tiene un gran corazón y mucha dulzura, por lo que pienso que se lleva y llevará muy bien con ellos

-¿Te han pedido alguna vez, a raíz de tu divorcio con Michael, que escribieras tus memorias?
-Hay varias personas que están interesadas en que lo haga y como a mí me gusta mucho escribir, pues la escritura es como una forma de meditación, ya que estás en un sitio tranquilo reflejando tus propias sensaciones, tal vez lo haga algún día. Sí. Está en mi mente lo de escribir un libro, no sólo sobre mi vida sino también sobre los cambios que he visto tanto en América como en España y en Mallorca, así como los que he percibido, y he vivido, en el mundo de Hollywood, que de unos años a esta parte ha evolucionado bastante

Excesiva construcción
-¿En cuanto a la evolución de Mallorca, qué cosas no te han gustado de ella?

-Al ser una mujer positiva, prefiero más hablar de las cosas que me gustan, ya que lo contrario conlleva amargura.

-Siempre has sido una defensora del paisaje de Mallorca, pero ¿crees que se puede mejorar?
-Por supuesto que sí, aunque ha habido una excesiva construcción que en muchos sitios se ha traducido en mala calidad del agua.

Diandra nos recuerda que el verano pasado concedió una beca a un colectivo de Deià preocupado por la destrucción del paisaje y por la construcción que de unos años a esta parte tiene lugar en el termino, «lo cual se traduce en menos paisaje y más contaminación de las aguas». Aunque se ha conseguido reducir el numero de construcciones, «éstas no se han podido evitar -dice-, pero lo malo es que a causa de ella, las aguas limpias del mar no hace años se han visto contaminadas, todo debido a la suciedad que provocan las casas nuevas, suciedad que va a parar al mar». Por lo visto, cuenta que dicho colectivo tiene realizado un estudio sobre este tema que pone los pelos de punta.

-Volviendo a la familia, llama poderosamente la atención que tú, jamás, has hablado mal de tu ex marido.
-Y eso es cierto, ya que ante todo él es el padre de mi hijo y yo lo único que pretendo es protegerle. Y como mi corazón me dicta que antes que muchas cosas debo de defender los intereses de Cameron, jamás hablaré mal de su padre. Por otra parte, hacerlo no me parecería correcto.

-¿Por qué crees que se airea más, por ejemplo, el dinero que le sacaste a Michael con el divorcio y, en cambio, se silencia los años que estuviste a su lado, trabajando codo a codo con él, incluso repasándole los guiones de las películas, o si no cuidando del niño mientras él rodaba?
-Así es. Y es triste que no se valore la vida de una mujer apoyando a su marido. Porque, ¿sabes?, yo también podría haber tenido una carrera y dedicarme a ella. Pero no pudo ser pues alguien se tenía que ocupar de nuestra vida, de la casa, de nuestro hijo, etc., cosa que él no podía hacer debido a su trabajo

-¿Pronto habrá boda entre Zac y tú?
-Lo estamos hablando... Pero es que yo creo que cuando sales de un matrimonio de 22 años, como en mi caso, necesitas un poco de tiempo para centrarte en ti misma, ya que durante el matrimonio he sacrificado mis prioridades en apoyo hacia mi marido y sus intereses. Entonces, hasta estos últimos años, no me he podido permitir el lujo de poder coger un poco de tiempo y dedicarlo a meditar sobre lo que yo quiero de mí en vez de pensar en los demás. Y esto, pienso, les sucede a todas las mujeres que durante parte de su vida no han hecho más que pensar en su marido e hijos, olvidándose de que tienen, que tenemos, una vida propia, cosa de la que te das cuenta cuando te divorcias o te separas...

-Pero está claro que, por lo que piensas de él, que te quiere, que te ha dado una estabilidad que antes a lo mejor no tenías, que te ha hecho feliz, os casaréis...
-Sí, yo estoy muy feliz a su lado. Es una persona muy culta, es también un gran padre que pasa mucho tiempo con sus hijos, por lo cual yo le tengo una gran admiración

-¿Qué haces para estar tan guapa? Dieta, ejercicio, instituto de belleza... ?
-No voy a ningún instituto de belleza, hago una dieta sana y a diario corro tres millas, nado bastante, no fumo ni bebo, trato de ser una mujer centrada y procuro dar gracias a Dios por lo que me ha concedido: un hijo precioso y haberme podido criar en una isla mágica, Mallorca

-Por último, ¿té despiertas por las mañanas sobresaltada pensando en con qué nos sorprenderá hoy Bush?
-Debo decir que yo no he apoyado mucho a Bush. Yo, desde luego, pienso que hemos hecho mal entrando en Irak; mal, sobre todo, a nivel humano. Aparte de que tampoco ha salido muy bien el papel que América ha tenido en este conflicto, lo que no quita que Sadam Hussein haya hecho cosas horribles a su pueblo... lo cual no quiere decir que nosotros lo hayamos hecho mejor.

Pedro Prieto