Los diputados cobran 162 euros por asistir a una sesión plenaria del Parlament.

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De esta manera, perder las elecciones también puede suponer una recompensa económica. Hasta ahora, y desde la pasada legislatura, únicamente cobraban sueldo los portavoces de los grupos y los distintos portavoces de las comisiones. Pero en este último caso había limitaciones por grupo, en función de su representación parlamentaria. Con los cambios introducidos por la Mesa del Parlament, los diputados que no sean nombrados portavoces de comisiones por sus grupos podrán acogerse a la figura del diputado con dedicación plena y cobrar 47.800,84, es decir, 7.966.701,40 pesetas al año, repartidas en mensualidades.

El único requisito para acceder a este sueldo es no tener otra actividad profesional. A cambio, los diputados con sueldos están obligados -teóricamente- a dedicarse únicamente a las funciones propias por su condición de parlamentario. Al margen de este cambio, el nuevo sistema de retribuciones no cambia en relación a la pasada legislatura. Y fue precisamente hace cuatro años cuando se decidió dar un sueldo a los portavoces de cada grupo parlamentario y asignar también retribuciones fijas a los portavoces de los grupos parlamentarios en cada una de las comisiones, aunque no todos los diputados podían beneficiarse de esta situación.

Durante la pasada legislatura, muchos diputados de la oposición estaban obligados a compaginar su actividad profesional con la política, lo que en ocasiones provocó algunas situaciones delicadas. El ex diputado del PP José María González Ortea se veía obligado a pedir permiso cada vez que se ausentaba de su puesto de funcionario en la Conselleria d'Obres Públiques para acudir al Parlament.