«Quiero quitar a la Conselleria el sambenito de conflictiva»

Tras la toma de posesión formal (Moner recurrió a la fórmula del «prometo»), el president intervino para destacar que este nombramiento no ha sido deseado, ya que viene forzado por las circunstancias «de salud, personales y familiares» de Cortès, de quien dijo que «ha sido y habría sido un magnífico conseller». El president agradeció a Cortès el trabajo y los servicios prestados, resaltó que «es un amigo al que apreciaré siempre» y, a pesar de su salida, demandó «su ayuda y colaboración inestimables». A continuación, Matas se refirió a Moner como una persona «que tiene todas las cualidades para desarrollar un buen trabajo. Goza de mi absoluta confianza y, sobre todo, posee el bagaje de la mejor escuela política: la experiencia de un ayuntamiento. Moner viene avalada por la mejor de las cátedras: la política municipal».

Finalmente, el president apuntó que «ahora tenemos el Govern con más mujeres de la historia de la Comunitat sin cuotas ni repartos artificiales, sino por méritos y capacidad», y señaló que «la gente del campo entenderá muy bien el lenguaje de Margalida Moner». Matas finalizó su discurso y Moner no pudo evitar la emoción. Tras el acto protocolario, Cortès se dirigió a los medios de comunicación reconociendo que «estoy al 50 por ciento de mis capacidades físicas y por coherencia, responsabilidad, honradez y decencia me veo obligado a renunciar. Lo hago con tristeza y sabiendo que podía asumir el reto, pero el Govern y los payeses merecen un conseller al 100 por cien». El conseller saliente expresó su satisfacción por el nombramiento de Moner, «pues mantiene a todo mi equipo. Estoy seguro de que lo hará muy bien».