Nabil Kasis enseña a los periodistas el mapa con el futuro muro de Israel. Fotos: TERESA AYUGA

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La sesión especial sobre el proceso de paz en Oriente Medio celebrada por la ministra del Gobierno de Israel, Tzipi Livni, y el ex ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Nabil Kasis, no defraudó a las expectativas creadas. El debate fue duro, intenso, hasta el punto de que el propio Miguel Angel Moratinos, ex representante especial de la UE, en un momento dado, tuvo que pedir calma a los ponentes. Entre los presentes, la jornada dejó la impresión de que las posturas entre palestinos e israelitas son cada vez más enconadas, viscerales, entre dos pueblos que se recriminan de forma mutua su incapacidad para dar el primer paso hacia la paz.

>p> En ese contexto, uno de los momentos estelares de la mañana se produjo en la sala de prensa del hotel Formentor, cuando Nabil Kasis desplegó un mapa con las líneas subrayadas del que dijo será futuro muro de separación de Israel del Estado Palestino: «Esa valla se construye sobre territorio palestino y muchos nos tememos que formará parte de la nueva frontera marcada por Israel; nos oponemos de forma tajante y no queremos que los israelitas actúen sobre una política de hechos consumados», explicó.

Poco antes, en el debate con Tzipi Livni, ministra del Gobierno de Israel, Kasis había relatado la «situación desesperada» que vive la población palestina por la falta de recursos y las enormes tasas de paro que sufren, y calificó los asentamientos como una simple «sustracción de tierras». A su juicio, que Israel continuara con los asentamientos durante la tregua supuso una «pérdida de confianza» por parte de los palestinos en el proceso de paz porque las negociaciones «se prolongaban eternamente pero los acuerdos luego no se cumplían».