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La detección de un caso de tuberculosis entre el personal médico del hospital de Son Dureta ha causado cierta alarma en la plantilla profesional del centro hospitalario de referencia en las Islas. Aunque la noticia se conoció ayer, los hechos ocurrieron hace varios días cuando una doctora del Servicio de Rehabilitación de Son Dureta acudió a urgencias del hospital -concretamente el 23 de octubre- aquejada de una tos persistente y escupiendo sangre.

A la doctora se le realizó un test específico -el PPD- para saber si había estado en contacto con la tuberculosis y dio positivo. Acto seguido se le realizó una radiografía y se le diagnosticó que sufría tubercolosis por lo que se le dió la baja médica. Así lo ha confirmado el doctor Lucio Pallarés, subdirector médico de Servicios Médicos del hospital Son Dureta, quien ha manifestado que una vez diagnosticada la enfermedad se ha procedido a realizar las pruebas pertinentes a los compañeros de servicio de la médico.

«El hecho de que el test PPD de positivo sólo indica que el enfermo ha estado en contacto con la tuberculosis, lo que no quiere decir que esté enfermo de tuberculosis y que pueda ser contagioso», especificó el subdirector médico. La alarma se ha extendido, entre el personal sanitario, al tenerse que someter la plantilla de Rehabilitación -integrada por siete personas- a los test y radiografías específicas para la detección de la enfermedad y porque se ha conocido que la doctora enferma -que está ingresada en Son Dureta- tenía problemas de tos persistente desde el pasado mes de mayo y no se sabe si ha podido contagiar a alguien.