Con estos pasos de fauna elevados, que en algunos casos pueden
llegar a medir hasta cien metros de largo, el Consell quiere evitar
el aislamiento entre especies a un lado y otro de las carreteras.
La autopista de Inca supone un corte territorial profundo que
impide que las especies animales la atraviesen y puedan trasladarse
de una zona natural a otra de la Isla.
El Pla señala además que estos conectores permitirán recuperar
la percepción de las pequeñas sierras que han sido tajadas por las
vías de tráfico, por lo que también se rebajaría notablemente el
impacto ambiental de estas vías.
El Pla hace una propuesta específica para construir estos pasos
elevados a falsos túneles en aquellos lugares donde existe una
cubierta vegetal con mayor potencial faunístico. También propone
que se hagan en aquellos puntos de trazado de las carreteras donde
haya cortes en trinchera con cotas de al menos cinco metros de
altura.
Con estas condiciones se persigue que los pasos se sitúen en
lugares donde se pueda cumplir el objetivo de evitar el aislamiento
de especies. También se busca que sea con pasos elevados donde su
construcción suponga la recuperación de los perfiles y el paisaje
original de los desniveles del terreno. Con estos falsos túneles se
conseguiría además evitar el riesgo de atropello de animales en
ambas carreteras con lo que, de paso, se conseguirían unas
carreteras más seguras.
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