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La política en materia de carreteras ha dado un vuelco espectacular tras la llegada de los populares al Govern de les Illes como ya lo dio cuando el Pacte de Progrés tomó las riendas de la Comunitat. En apenas cinco años, los ciudadanos de las Islas han asistido a un cambio radical de los planes de los gobiernos en torno a los ejes viarios más importantes de la Isla.

El Pacte de Progrés rechazó de plano los proyectos de autopistas que los conservadores pactaron en el 98 con la Administración central para obtener financiación, y apostó por los desdoblamientos aunque no tuvo tiempo para ejecutarlos.

Ahora, con el retorno del PP surgen de nuevo los grandes proyectos viarios, aunque ya no se llaman autopistas sino autovías. Desdoblamientos, autopistas y autovías son conceptos que de nuevo están en boca de los políticos.

La carretera desdoblada es la vía que tiene dos calzadas diferenciadas para cada sentido de circulación (dos carriles en cada calzada), con separación física, pero sin la limitación de accesos a las fincas colindantes que tienen las autopistas o autovías. Además, las intersecciones pueden ser al mismo nivel que la carretera.

En Mallorca, en concreto, hay 13.470 metros de carretera desdoblada y se localizan entre Palma-Son Ferriol, Capdepera-Cala Rajada, ronda de Llucmajor, ronda del polígono Son Bugadelles, ronda de Santa Ponça, carretera de Valldemossa hasta Camí des Reis y ronda de Son Caliu.

Esta legislatura, el Consell de UM ejecutará el desdoblamiento de la carretera de Manacor que ya proyectaba el Pacte de Progrés y el Govern, por su parte, continuará con la segunda fase del desdoblamiento de la UIB e iniciará las variantes de Son Ferriol y Casablanca que tendrá las características de una carretera desdoblada.