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El PP quiere introducir cambios en el Plan Territorial una vez que el documento reciba el visto bueno inicial en el pleno que el Consell de Mallorca celebrará el 1 de diciembre. El PP está de acuerdo con la esencia del plan presentado por UM, pero quiere incorporar diversas cuestiones que no recoge el texto.

Sin embargo, el PP tampoco quiere que el Plan sea un cheque en blanco para UM, a la vista de las consecuencias territoriales que tendrá en el diseño de la Mallorca de los próximos diez años. Los cambios propuestos por el PP no se han incorporado en el documento inicial debido a que es necesario aprobar el Plan antes de que las moratorias decaigan en enero. Por esta razón, PP y UM ha decidido posponer esta negociación a la fase de presentación de alegaciones.

El pacto de gobernabilidad que firmaron Jaume Matas y Maria Antònia Munar fijaba el compromiso de ambos partidos de mantener el crecimiento urbanístico del tres por ciento que recogió el modelo aprobado en la pasada legislatura. En este mismo pacto figuraba la autovía Inca-Manacor y la ampliación el número de campos de golf sin oferta complementaria. El Plan Territorial que se aprobará en el pleno de diciembre ya ha incorporado estas modificaciones.

Entre las modificaciones más sustanciales que quiere sacar adelante el PP es la creación de la figura del suelo de reserva, que permitiría a determinados municipios crecer más de lo que establece el Plan Territorial en caso de que se compruebe que realmente necesita este crecimiento.

Esta petición parte de los promotores y constructores de Balears, que ya han dicho que el crecimiento urbanístico que marca el Plan es claramente insuficiente. La propuesta ha sido recogida por el PP, que a su vez la ha planteado a Unió Mallorquina. Los populares insistirán para que este suelo de reserva se incorpore en las negociaciones posteriores. UM ya ha anunciado que está dispuesto a estudiar esta posibilidad, pero advierte que sólo se recurrirá a este suelo en casos excepcionales.