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A las ocho del atardecer y con el cielo amenazando lluvia sobre la ciudad catalana, los niños y niñas, los jóvenes y los mayores que forman la familia castellera llegaron a la Plaza Vieja de Terrassa cantando y bailando al son de las graelles y los timbals. La XXV Diada de la Colla dels Minyons de Terrassa resultó un éxito para los Castellers de Mallorca, quienes cargaron y descargaron con éxito un quatre amb agulles, un tres de set y un quatre de set, además del pilar de despedida. Sólo se les resistió el difícitres de set levantado por debajo, que se malogró cuando eenxaneta estaba a punto de coronarlo.

En la plaza había un muy buen ambiente y muchas ganas de ofrecer un buen espectáculo. Antes de la actuación castellera, Júlia Jordà, una de las fundadoras del grupo mallorquín, comentaba: «Hacer castillos es toda una filosofía de vida que consiste en ayudarse el uno al otro, formando un vínculo entre todos». Un espíritu de hermandad que se manifiesta también en el hecho de que se trata de «un grupo formado por gente de todo el mundo, desde chinos a finlandeses, americanos, ingleses, vascos y castellanos».

En los Castellers de Mallorca hay «médicos, abogados, jardineros, estudiantes y jubilados», aseguró Josep Angrill. Los que mejor se lo pasan, tanto en los ensayos como en las actuaciones, son los más jóvenes, que disfrutan «conociendo gente y viajando», según Marina, la enxaneta de la formación.

Norma Rotger