M.Juncosa26/11/03 0:00
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Josep Ignasi Aguiló, director de la memoria del Centre Econòmic i Social de les Illes Balears de 2002, que se presentará el jueves en el Parlament balear, afirmó ayer que el archipiélago cerró el ejercicio en una situación de «recesión económica plena». La entidad prevé un «escaso» crecimiento para este año. Esta recesión se derivó en primer lugar de una pérdida de 650.000 turistas sobre el año anterior, junto con una reducción de la estancia media por cliente y la consigüiente caída del gasto turístico, cifrada en un 12 por ciento por el Govern balear. Como segunda causa, el CES destaca el «clarísimo parón» de la actividad del sector de la construcción, que imputa principalmente a la acción de las moratorias urbanísticas del Consell de Mallorca.

En su análisis sobre el mercado de trabajo, la entidad destaca que la creación de empleo registrada durante el año pasado en las Islas junto con la paralela reducción de la riqueza generada, pone de manifiesto que Balears sufre un problema de pérdida de productividad, circunstancia que además de reducir la competitividad de las empresas podría desembocar en una destrucción de empleo en el futuro. «Todavía queda margen para solucionar este problema», señaló Aguiló.

Pese a este problema, Aguiló calificó la situación del mercado laboral de «robusto» e indicó que, «en contra de los que se cree, Balears registra unos buenos niveles de calidad en el empleo», aunque reconoció que existe una gran bolsa de trabajo eventual y mal remunerado en el archipiélago. La memoria del CES alerta del elevado índice de siniestralidad laboral experimentado en 2002, por encima del resto de Comunidades Autónomas, y advierte de los bajos niveles de ocupación laboral registrados entre la población universitaria, por debajo de la media nacional. En el plano social, el CES considera que el Govern debe actuar frente al «constante» aumento de la inmigración en el archipiélago, ya que considera que este colectivo precisa de ayudas específicas. La entidad destaca en este sentido que el 40 por ciento de la población de Balears nació fuera de las Islas.