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Un proyecto del Consell de Mallorca y la Fundació Natura Parc ha conseguido la práctica eliminación de gaviotas en las inmediaciones del vertedero de Son Reus, aunque queda por ejecutar la acción sobre el propio depósito de basuras, donde miles de ejemplares siguen concentrándose en busca de alimento. La eliminación de gaviotas en las inmediaciones del vertedero se ha conseguido a través de 20 halcones controlados por cuatro «falconers». Lluís Parpal, de Natura Parc, explicó ayer, durante el Seminario Técnico sobre la Gaviota Patiamarilla en el Mediterráneo, que «en Son Reus puede haber del orden de 7.000 u 8.000 parejas. Una de las prioridades del proyecto era desplazar las gaviotas de los edificios del Parc de Tecnologies Ambientals. Las gaviotas llenaban estos edificios de excrementos y arrancaban los aislantes. Además, al tratarse de unas instalaciones objeto de visitas, también por parte de escolares, la proliferación de gaviotas no era lo más adecuado en lo que respecta a imagen e higiene».

Parpal indicó que «con los 20 halcones se ha conseguido el objetivo de desplazar las gaviotas de todo ese ámbito, aunque puede haber alguna que, de forma aislada, siga posándose. Las gaviotas respetan mucho el espacio aéreo de los halcones y si saben que por allí merodean estas rapaces, en general no se atreven a acercarse». Ahora bien, esta actuación ha implicado que las gaviotas se queden en el vertedero y es aquí donde está prevista la próxima iniciativa, con una eliminación selectiva de adultos reproductores controlada por un biólogo. Según Parpal, «recurriremos a armas de fuego y a la extensión de redes lanzadas por cuatro pequeños cañones mecánicos sin pólvora».

El experto apunta que «los halcones no serían efectivos en el vertedero porque las gaviotas no renunciarían a su principal fuente de alimentación y asumirían el riego de ser atacadas por las rapaces. Además, como mucho obtendríamos dispersiones descontroladas de las gaviotas». Tampoco se recurrirá al veneno por el riesgo de que finalmente afecte a otras especies, incluso protegidas y en peligro de extinción, como la milana. En todo caso, precisa Parpal, «la mejor solución sería que, a largo plazo, el vertedero desapareciese. Mientras tanto, intentaremos una reducción significativa de la población de gaviotas».