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BIEL MOLL
El bajo nivel de participación social favorece la marginación en los barrios de Son Roca y Cala Major. Esta es la conclusión de un estudio que forma parte de una iniciativa de cooperación internacional llamada «Barrios del Mundo: historias urbanas». El proyecto se desarrolla de manera simultánea en barrios de tres ciudades de América, tres de Àfrica y tres de Europa (París y Barcelona). Antònia Gual y David Abril son los autores del estudio, que tiene dos fases. La primera empezó hace seis meses y acabará a final de diciembre. Esta etapa consiste en analizar las relaciones entre participación ciudadana y marginación en los dos barrios.

La segunda fase durará tres años, y el objetivo será poner en marcha actuaciones concretas para favorecer la implicación de los adolescentes en la vida del barrio. Los destinatarios serán los jóvenes menores de edad, un colectivo que representa más del 25 por ciento de la población de la Isla de Mallorca. Los barrios objeto de estudio no son los que tienen menor participación y más marginación de Palma. Se les ha escogido porque ya había estudios previos sobre su funcionamiento interno.

En el caso de Son Roca, el trabajo muestra que los adolescentes que viven son personas con poca autoestima y sin muchas expectativas de futuro. Además, los habitantes de este barrio no se consideran como una parte de la ciudad de Palma. Abril apuntó que «para ellos la ciudad es una cosa ajena, no van a menudo, y eso que hay un autobús cada veinte minutos y no está lejos de donde viven». En cuanto a Cala Major, señalaron que «no hay ningún espacio público, ni una plaza. Tampoco tienen fiestas. La mitad de sus habitantes no son españoles, y, además, la población que vive no es estable, sino que rota mucho. Con unas condiciones tales es difícil de que la gente se implique en el barrio».