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El conseller de Medi Ambient, Jaume Font, y el director general d'Espècies Protegides i Caça, Antoni Gómez, explicaron ayer algunos aspectos de los dos decretos que, por un lado, declaran las especies cinegéticas y de pesca fluvial en Balears, así como sus normas de protección, y, por el otro, regulan los planes técnicos de gestión de los cotos y refugios de caza.

Estos dos decretos, tratados ayer mismo en la reunión del Consell Balear de Caça, serán remitidos ahora al Consell Consultiu para que dictamine sobre sus contenidos.

Una de las novedades que se establecen respecto a la situación actualmente vigente es la revocación, por un período de dos a cinco años, de los cotos donde se compruebe el uso del veneno en su práctica o gestión cinegética.

Asimismo, se fija un descuento del 50 por ciento en la tasa para la obtención de la licencia de caza. De esta manera, se pasa de 12 a 6 euros anuales. En este mismo sentido, la licencia será gratuita los jubilados y mayores de 65 años de edad. También se dará la oportunidad de conseguir la licencia durante tres años, sin necesidad de renovarla anualmente.

Las competiciones de tiro a «colom» o «guàtlera» con máquina deberán ser controladas por la Federació Balear de Caça.

Por otra parte, los cotos deberán elaborar planes de gestión individualizados. Cada coto deberá contar con un plan específico de gestión, si bien la Conselleria de Medi Ambient prestará el asesoramiento necesario. En lo que respecta a los llamados refugios de caza, declarados a iniciativa del propietario para que no se ejerzan allí actividades cinegéticas, también deberán redactar un plan de gestión con su correspondiente memoria anual. Los refugios de caza declarados a partir de la vigencia del decreto deberán disponer de al menos 10 hectáreas de superficie.