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Pues ayer lunes aún andaban por Mallorca los Altaba, es decir, Christian; su esposa, Chabeli Iglesias Preysler, y el hijo de ambos, Alejandro. El motivo por el cual han decidido prolongar a más de una semana su estancia en tierras mallorquinas que el crío se ha resfriado un poco y la madre no quiere viajar con él hasta Madrid en esas condiciones. Pues a este paso, a lo mejor se quedan al concierto de su padre, ¿no?

Durante su estancia en Sóller, de la que dimos cuenta el pasado lunes, han estado en la casa que les han prestado unos amigos, que no la de los abuelos de él, a pesar de que éstos disponen de espacio suficiente, además completamente independiente al chalé que habitan.

Que sepamos, el pasado lunes estuvieron cenando en casa de uno de los amigos del padre, que es el que les deja el coche, un monovolumen marca Mercedes de color plateado, y el apartamento.

Según cuentan quienes asistieron a la cena, Chabeli disfrutó mucho con las sopes mallorquines, tanto que pidió dos platos. Al día siguiente, martes, almorzaron paella en una finca próxima al mirador de ses Barques (realmente, la paella fue encomendada al restaurante del mismo nombre).

El miércoles almorzaron en la finca de es Teix (la de la embotelladora de agua, en la carretera del Coll de Sóller), y por la noche se pasaron por el agroturismo Can Penya, también de Sóller, de otro amigo de él. Por la noche cenaron en casa de sus abuelos. Otra tarde estuvieron comprando en Carrefour -como hemos visto a través de reportajes que les han hecho en Miami, son muy dados a ir a comprar al súper-. El jueves a mediodía almorzaron en casa de sus abuelos, y por la tarde estuvieron paseando por Sóller, donde los perdí...

En fin, que a lo que se ve, Christian, hijo de mallorquín, residente en Miami pero nacido en Caracas, aparte de amigos, habrá mostrado a Chabeli aquellos lugares de Sóller y el Port donde pasó los veranos de su juventud. Porque ¿qué mejor sitio para disfrutar las vacaciones que en casa de los abuelos?

Pedro Prieto