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Veinticinco letrados sobre un escenario recitando el texto de «Cuatro corazones con freno y marcha atrás» de Jardiel Poncela. «Es una manera de desestresarnos, una especie de terapia de grupo», según José Miguel del Campo, uno de los abogados que participa en la obra. La pieza servirá para estrenar el grupo de teatro del Colegio de Abogados y podrá verse el próximo 4 de febrero en la sala magna del Auditòrium. El dinero que se recaude se destinará a una asociación benéfica. «Los abogados estamos acostumbrados a hablar ante un auditorio, es la pequeña ventaja que tenemos a la hora de actuar». Rafel Lladó, el director, se encargó de ayudar a aquellos que nunca habían hecho teatro y, también, a «ser el respaldo» para que la obra «quede mejor».

Se escogió «Cuatro corazones con freno y marcha atrás» por ser «una comedia sin pretensiones pero muy divertida» y por «no estar muy trillada». «Hay cinco personajes protagonistas pero cada uno de los pequeños papeles tiene su importancia». El grupo lleva, desde el pasado octubre, ensayando en el Colegio de Abogados. «Lo más difícil ha sido conseguir que todos pudiéramos reunirnos para ensayar». Aun así, ahora se han descubierto «nuevos talentos». «No queremos hacer sólo una obra, queremos representar muchas más». Y, todo, a pesar «del respeto que supone subirse a un escenario como el del Auditòrium». A pesar de las tablas.

L. Moyà