El funeral del conseller de Presidència del Consell contó con la presencia de los maceros de la institución. Foto: MIGUEL ANGEL CANYELLES

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Ferran Trujillo fue despedido ayer por sus familiares, amigos y autoridades en un multitudinario funeral celebrado en la Iglesia de Santa Eularia. Más de un millar de personas quisieron despedir al conseller de Presidència del Consell de Mallorca, fallecido el pasado jueves tras una larga y dolorosa enfermedad. El Consell organizó un funeral con todos los honores para despedir al dirigente de Unió Mallorquina y ex concejal en el Ajuntament de Palma. Mientras los familiares y amigos se encontraban ya en el interior de la iglesia, la comitiva de la institución insular aguardaba en el exterior de Santa Eularia. Más tarde, los maceros del Consell encabezaron una comitiva formada por todos los integrantes de la institución y por los miembros del gobierno presidido por Maria Antònia Munar, que entraron en fila en la iglesia. Precisamente, la presidenta de la institución cerraba la comitiva acompañada por el president del Govern, Jaume Matas, y por la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer.

Tras la ceremonia, los asistentes al funeral fueron dando el pésame a los familiares de Ferrán Trujillo. En primera fila se encontraba María José Sánchez, esposa del conseller de Presidència, y los tres hijos del político fallecido, María Dolores, Maria Antònia y José Fernando, además de los padres y hermanos del político de Unió Mallorquina. Durante más de 45 minutos, los familiares recibieron las muestras de condolencia de las autoridades y de amigos de Ferrán Trujillo. Además del multitudinario y emotivo funeral, el Consell de Mallorca también rindió un homenaje a Ferrán Trujillo durante el plenario. En la silla que ocupaba el conseller de Presidència fue instalado un crespón negro en señal de duelo, y Munar recordó que Trujillo, a pesar de su enfermedad, «fue capaz de encabezar con ilusión el Departamento de Presidència desde el principio de esta legislatura, poniendo en práctica la tenacidad, la ilusión, el espíritu de servicio y el diálogo que le caracterizaban». Munar destacó que Trujillo, que llegó a dirigir UM-Palma, era «un nacionalista convencido, un hombre de sentido común que quería Mallorca y las personas que vivimos». Tras las palabras de Munar, los integrantes de la institución insular guardaron un minuto de silencio y dedicaron una emocionada ovación en memoria de Trujillo.