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El teniente de alcalde de Urbanisme del Ajuntament de Palma, el popular Javier Rodrigo de Santos, adelantó el pasado jueves al presidente de la Associació de Veïns de Son Sardina, Tomàs Balaguer, que el Consistorio presentará una alegación contra el proyecto que define el trazado de la segunda vía de cintura, que será ejecutada por la Conselleria d'Obres Públiques, para que el impacto ambiental sea el mínimo posible en toda la zona de Son Sardina. Balaguer entregó ayer, junto con el vicepresidente de la Asocciació de Veïns de Son Espanyol, Jaume Duran, sus alegaciones contra el citado proyecto. Las dos asociaciones proponen que si finalmente se hace la segunda vía de cintura, infraestructura a la que se oponen, se haga soterrada o «en trinchera» a su paso por las inmediaciones de Son Sardina.

«El Govern parece inclinarse por la opción del trazado elevado, lo que supondría un gran perjuicio para el entorno rural de la zona, así como un gran incremento de la contaminación acústica», indicó Balaguer. El presidente de la asociación vecinal de Son Sardina indicó que en su reunión con Rodrigo de Santos, en la que también estuvo presente la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, el responsable de Urbanisme le aseguró que el Consistorio encargará a su departamento técnico que estudie cuál es la mejor opción para que el impacto ambiental de la segunda vía de cintura sea mínimo en Son Sardina. Una vez hecho el pertinente informe, Cort presentará la alegación.

El plazo para presentar alegaciones termina el próximo lunes para las entidades y asociaciones vecinales, mientras que para los ayuntamientos concluirá dentro de un mes. En principio, las obras de la segunda vía de cintura empezarán el próximo verano.