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La Conselleria de Medi Ambient ya ha registrado 68 solicitudes de apertura de pozos en suelo rústico para el suministro de agua a viviendas unifamiliares, sólo un mes después del levantamiento de la moratoria de perforaciones en 15 de los 21 acuíferos de Mallorca.

Como se recordará, el Govern del Pacte de Progrés aprobó en 2000, en plena sequía, una moratoria de pozos en esos 15 acuíferos al entender que no se podían extraer más recursos hídricos en esas zonas ante el riesgo de salinizarlas o dificultar su recuperación por una sobreexplotación.

En 2003, esa medida fue flexibilizada y se permitió la perforación de nuevos pozos, siempre y cuando el volumen de extracciones en el acuífero correspondiente no se incrementase. Así, si un ayuntamiento compraba agua a pozos particulares podía iniciar otras perforaciones si dejaba de adquirir los recursos de los primeros. Por otro lado, los derechos sobre un determinado volumen de agua se podían repartir entre vecinos, a través de una comunidad de usuarios, si las extracciones autorizadas sobrepasaban las necesarias del concesionario del pozo. También se permitía la utilización de aguas subterráneas saladas para sustituir, sobre todo en usos recreativos, la de recursos potables.

Con el Govern del PP, la moratoria fue levantada y, en base a un informe técnico, la Conselleria de Medi Ambient establece que en el suelo rústico de Mallorca hay margen para conceder 750 nuevos pozos de uso residencial, tomando como referencia un consumo máximo de 200 metros cúbicos anuales, para no vulnerar las condiciones y las limitaciones del Pla Hidrològic.